Existe preocupación en el Ministerio de Hacienda de la Provincia por el agravamiento de la crisis económica nacional, que genera una caída de los ingresos y que afecta a las provincias y a los municipios.
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) representa el 67% del total de ingresos que la provincia de Río Negro recibe por la coparticipación federal de impuestos. En los primeros dos meses del año, las ventas minoristas a nivel nacional experimentaron una caída del -28.3% en enero y del -25.5% en febrero interanual, registrando un desempeño solo superado por el mes de abril de 2020, durante la cuarentena por COVID-19 según datos de CAME.
Al analizar las variaciones interanuales reales del IVA durante la primera quincena, se observa un cambio significativo: pasaron de un aumento del +35.2% en enero a una disminución del -8.3% en marzo. Es importante señalar que tanto los componentes internos como aquellos relacionados con la aduana muestran una caída pronunciada en este periodo.
En Río Negro, la combinación de inflación y baja actividad económica presenta desafíos significativos para la recaudación fiscal en términos reales, ya que ambos fenómenos erosionan el poder adquisitivo y afectan el nivel de actividad económica gravada por impuestos, siendo el IVA uno de los impuestos más afectados en este contexto.
“El poder adquisitivo de los rionegrinos y las empresas se ve erosionado, lo que puede llevar a una reducción en el consumo y la inversión, afectando así las actividades económicas gravadas por impuestos. En un contexto de baja actividad económica, donde hay una disminución en la producción, el empleo y los ingresos, los ingresos fiscales también tienden a disminuir”, explicaron desde el Ministerio de Hacienda.
“El IVA es especialmente relevante en este escenario: cuando la actividad económica disminuye, el consumo tiende a reducirse, lo que a su vez afecta la recaudación de este impuesto”, detallaron.